Puede alguien decirme...?

Puede alguien decirme si tengo la cara desencajada? Pero no me refiero al gesto desesperado;al rictus infinito de la que deja el aliento;al grito profundo y oscuro de la que retuerce el alma,a pocos,bajo ciertas mantas. No. Quiero saber si mi faz ya no apoya en la cabeza;si ha perdido su base para caerse a un lado;si ya no soy yo ésta que suspira. Me reconoces? Me ves los ojos,la boca? Los ves? Porque yo estoy mirando y se me desvía tu imagen;no,no se desvía,se escapa;no,no se escapa, se huye. Huir,volar. Puede alguien decirme si tocan mis pies el suelo? pues no se donde camino. Puede alguien decirme si existo aún? pues no me siento. No me tiento. Estoy dejada de carne,de piel,de corazón. Ya no roza el aire a mi paso;no acaricia la brisa al caminar;ya no camino. Puede alguien decirme si avanzo? que no veo pasar paredes,ventanas,puertas de calma;que ya no cambia el paisaje en mi traslado;no hay caras distintas;no se deshace el asfalto y no tienen nuevas grietas los naranjos del parque. Se me van los pensamientos. No me siento. Ya no hay manos,a qué me sujeto? No hay rodillas,sobre qué me reclino? No hay lengua,cómo saberte!
Puede que mi yo,a tozos,esté esparcido en la calzada;puede que me esté lloviendo encima esta mañana;que me estén evitando acelerados pies;que ya se me merienden los gatos,las gaviotas...o puede que alguien,un amigo,apiadado de mi pequeño estado,haya recojido los restos de mi reten preguntando a mis ojos vacíos sin respuesta. Dulcemente encorvado,uno a uno,se mancha sus dedos en el mar de sabia acomodando de compasión un hueco en los brazos blandos para acunarme a mi,desconocida,que le paga haciendo víctima su mente de mi pasado. Caminito me deposita en casa,amable,cálida,para allí reconstruir mi puzzle con paciencia. Un ojito aquí para que se asombre,un labio allí para que me cuente su tortura,el oído para que la brisa sea su sangre,el cerebro para que se sepa hermosa,el corazón... Pero no existe paciencia,ni amor,ni calor,solo sueño y decepciòn. Así me siento,al fin.