miércoles, 12 de octubre de 2016

Mío,
Que tus pies nunca pasen frío.
Que en tus dedos dos anillos,
uno de amor,
otro de amada.
Que tu calor derrita esta helada,
escarcha que llena tu vacío.

Mío,
En tus ojos todo el brillo,
dos golondrinas adornando el membrillo,
una el sabor,
otra la miraba,
esta la amó, la amó y la amaba
y colgó ramitas del nido.

jueves, 11 de agosto de 2016

Las campanas.
Las campanas.
Suenan, ay!

Las campanas suenan.
Las campanas.
Suenan.
Vienen a por mi.

sábado, 23 de julio de 2016

Tus poemas son mis venas.
Tus labios mis penas.
Sus palabras mi consuelo.
Hago de tu voz pañuelo
que bebe mis lágrimas bellas.
Mis pobres lágrimas bellas.
Mis tristes lágrimas bellas.
Son bellas, pobres y tristes.
Dejándolas rodar, si insistes.

domingo, 26 de junio de 2016

Las golondrinas

Me despierto. Sumerge el sol un guiño sobre mi cuerpo.
Se acelera el corazón al saberte cierto.
Te dibujan, ciega, las yemas de mis dedos.
Te siento.

Quiero,
en las mañanas claras,
peinarte el pelo.
Trenzarlo luego.
Ponerle un lazo de oro
adornando el cuello.

Quiero,
rodar bordada en ese olor a caramelo.
Como una capa me envuelve.
Me hierves.
Me muerdes.
Tus ojos...
Dos golondrinas vuelan sobre mi cuerpo, se posan, se danzan.
Se apaga la luz, sigues creyendo,
porque te canto al oído
susurros y rezos.

Me amó porque amaba al viento claro.
Se estremeció amando yo a otro.
Me rendí de tanto intentarlo.
Me lo dijo al oído,
lo entendí a duras penas,
miré a través de sus ojos
y amaneció la noche mas bella.
En sus manos.
En sus piernas.
En su cara dos estrellas.
Su boca, su boca, dámela que yo la muerda
Todo en mi.

El cajón

Aquella noche se hizo un silencio denso por toda la casa. Una cortina pesaba que frenaba el aire. Tanto, que corrían a gritos por los rincones, solo por sentirnos algo, abrían cajones, solo por notar las huellas, solo por oír los pasos.

Se me escapan los momentos por las costuras, ya no queda nada para recordarlos y están vacíos los siguientes versos
de ojos, de brazos,
de oídos, de labios.

Volvamos corriendo a los prados, niño. Abre la almas, planea las flores mientras cabalgas. Que solo así las rocas son nidos de calma, los campos, las hierbas colchones, las nubes pulmones, mantos de las miradas.

Punta, tacón, punta, tacón.
Como un pájaro carpintero,
me tallo el cajón,
que cerca está enero.

viernes, 8 de abril de 2016

(La madeja)

Quiero vaciar las palabras de mi deseo.
El silencio.
Y allí, como calzada de bata de cola,
te bailen los lunares de mi cuerpo.
Teseo es deseo.
Ariazna maneja la madeja, la muerte, la suerte, la soga y al muerto.