miércoles, 23 de abril de 2014

Nací tras los castaños,

tras sus enaguas de óxido rendidas, antes del frío, antes que el cristal del río.
Nací hueca de amor, abrí los ojos, clueca de risas, llena de prisas, antes del frío, antes del tendal sombrío.
Antes de llorar, sentí; antes de sentir, caminé; antes de mentir, amé; antes de soñar, creí; después, el frío, de frente, en este umbral mío.
Parada, enfrentada, la pregunta en la mirada...
Acompáñame por los senderos, curvas bordadas de pinceladas breves, líneas pendientes de dedicados rezos, bailes de manos bajo el manto de cerezos, dobles pasos, pasos cortos, pasos ciertos, pasos de otros, lunas, días, martes, años...
agarrada de tus manos, abrazándome a tus muertos.
Nací desnuda, nací vacía y sigo llena de dudas, llena de frío, allá donde baila el río.