viernes, 25 de diciembre de 2020
Sed
Me bebo la hieba mojada de rocío
mientras el sol entra de puntillas.
Puntillas, que en mi cabeza se hilan
las cuerdas de tu garganta
tejiendo colchas,
tejiendo mantas
para que pueda soñarte otra vez.
sábado, 22 de agosto de 2020
lunes, 27 de julio de 2020
Hoy es lunes
Y te amo. Me asfixian tus ojos y te amo. Se clavan en los pulmones, en la garganta y no hablo y en silencio, te amo.La idea de ti, el deseo. La única realidad. Te amo.
Y tus ojos
Suavizando las líneas de mi cuerpo, balanceaba su pelo y yo me reía con risas redondas. Tu con media mueca, yo a dientes abiertos. Llegaban nuestros nombres al cielo. Se escribían y llovió llenando de manchas de tinta de piel y mis dedos.
domingo, 7 de junio de 2020
sábado, 30 de mayo de 2020
sábado, 16 de mayo de 2020
sábado, 25 de abril de 2020
miércoles, 22 de abril de 2020
Me gusta esa playa
de lunares en las faldas
de brisas de camisa blanca que bailan el pelo
y te lo recoges
o le dejas rezar tus labios.
Ya me asomo en ellos.
Ya te trepo.
De tu garganta, los corales,
ya resuenan los timbales,
ya flotan las telas,
se escapan las manos,
salgo volando entre tus muelas.
Aprieto el ceño,
el cuello.
El eterno universo de tu voz
como el cielo en la noche lleno de estrellas.
Es allí flotando de amor,
recogiendo notas,
alimentándome de ellas
como granitos de arroz.
miércoles, 18 de marzo de 2020
Textos de Sombra, Alejandra Pizarnik
Sólo buscaba un lugar más o menos propicio para vivir, quiero decir un sitio pequeño donde cantar y poder llorar tranquila a veces. En verdad no quería una casa; Sombra quería un jardín.
-Sólo vine a ver el jardín -dijo.
Pero cada vez que visitaba un jardín comprobaba que no era el que buscaba, el que quería. Era como hablar o escribir. Después de hablar o de escribir siempre tenía que explicar:
-No, no es eso lo que yo quería decir.
Y lo peor es que también el silencio la traicionaba.
-Es porque el silencio no existe -dijo.
El jardín, las voces, la escritura, el silencio.
-No hago otra cosa que buscar y no encontrar. Así pierdo las noches.
Sintió que era culpable de algo grave.
-Yo creo en las noches - dijo.
A lo cual no supo responderse: sintió que le clavaban una flor azul en el pensamiento con el fin de que no siguiera el curso de su discurso hasta el fondo.
-Es porque el fondo no existe -dijo.
La flor azul se abrió en su mente. Vio palabras como pequeñas piedras diseminadas en el espacio negro de la noche. Luego, pasó un cisne con ruedecitas con un gran moño rojo en el interrogativo cuello. Una niñita que se le parecía montaba el cisne.
-Esa niñita fui yo -dijo Sombra.
Sombra está desconcertada. Se dice que, en verdad, trabaja demasiado desde que murió Sombra. Todo es pretexto para ser un pretexto, pensó Sombra asombrada.
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