sábado, 29 de marzo de 2014

Nada II

La soledad sonora como un silencio a gritos como un vacío denso donde la culpa tiende su carpa de borlitas y panfletos. La soledad como un arca mística a la deriva de un río, no un mar,solo un río, cargado de ladridos, de pezuñas reclamando tierra firme. La soledad aparte, tengo que irme, abandonarme y más dejada todavía, como en tren de cercanías y aun allí quieres dejarte.

Nada

No me duelo dentro
No me duele nada
No huelo a nada

Los dedos tricotan en el aire, se buscan los amantes con los radares de sus uñas,pero ya no vuelan. Allá se quedaron los caminos. Se me aburre el alma, tanto pienso.

Estos renglones vacíos se prestan a ser licuados pero nada mas un campo yermo me parecen y no aran suspiros las huellas de mis manos. Señala el indice, cenizas hallo.

Mis ojos se duermen al contemplarlos y apresuran noches tempranas, pupilas aun rezando suave sobre ellos en eterno beso firme.

Tengo que irme, dejar atrás estos intentos, vaciar las yagas lento, desandar lo andado y recoger lamentos.