sábado, 14 de abril de 2018

El aire que se resta entre tus brazos,
ahora que han llegado los atardeceres lentos, quiero que me guardes. Que me corresponde ese estadio, el vacío de mi. Me tatué en tu retina esperando bailar en tus sueños. Descalzos los pies vuelco por los campos todos mis bailes, todos mis versos, que no hay nada cierto de mi en el espacio entre tus dedos.