domingo, 21 de abril de 2024

 Caminando por las pieles de los bosques, por ráfagas de piel, el viento huele a tu nombre y se me enreda el pelo. Ya se ve, allá lejos, una figura borrosa, difuminada, que avanza hacia mis alas-pies, chasquidos blandos sobre blandos mantos. Se acerca en 1, 2, tres y ya. Ya me sumerjo en tus ojos, ya me inundo en tu boca, ya tu nombre sopla en el cuello. Hago una cama para que duermas, cansada el alma de caminar cansado, de caminar hacia mí y ahueco el pelo hecho regazo.