El àngel caìdo.Brassai

Enmaraña sus manos entre artrosis y baratijas. Se coloca la careta y sale al mundo a beberse su vida en los frìos y distantes bares de la ciudad donde le dejan estar,a pesar de sus dislates a altas horas de la noche,porque les importa tan poco que ni su extravagancia molesta. Sale al mundo a devorar con los ojos las tapas frìas que le ponen con el vino,pues una dama come poco y lento, mientras espera que el murmullo de la gente oculte el crujir de sus tripas hambrientas que ya no distingue si es el no haber comido ni "miaja" en todo el dìa o es su corazòn que se le quiebra en cada mirada que la evita. Y allì se encuentra porque ya ni recuerda quien le puso en el mundo,porque no sabe ni de caricias ni de futuro,porque sòlo sabe que su pasado està tan lejano que por su patria han pasado varios reyes. Y està sentada,abandonada de mùsculos,porque ya no tiene quien la quiera y las piernas no dan para plantarse en la plaza y agarrarse del brazo de algùn caballero al que todavìa le asombre que le brillen tanto los ojos,pero,"ay! amigo,es por el vino" y el finje no haberse dado cuenta,puede que aùn le quede algo de ilusiòn.