lunes, 14 de enero de 2013

Y seré un mar desierto
que llenar y regar,
árido de experiencia,
oasis de urgencia,
menhires de paciencia,
tumba de dolencia.
Dame paciencia,
savia,hermana
de la inconsciencia,
móntame a caballo,
allá,
donde no suenan
las campanas
subrayando
el tiempo,
sin estribos,sin riendas.
Dame tesón soldado
de las mañanas;
 los albores me alimentan.
Págame en presente
y te devuelvo
la noche con veinte
estrellas
más allá,
más bellas.
Que quiero renacer de nuevo
surgir ceniza
de frente
que se hace más mío el camino
si a cada paso
lo intento
dejándome en ello
los dientes.

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