miércoles, 13 de septiembre de 2017

Y se paró el tiempo
con tus pies en movimiento.

Romero para mi alma,
cuando tus manos tricotan el cielo
sedas por bulería,
me abriste la puerta un día
vistiendo gasas de tientos.
Madre de mi calma,
tus costuras, mis alientos.
Hazme un traje de alegría,
que la bata de María
está hechita de remiendos.

                              A mi Salinera.

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