domingo, 8 de junio de 2014

Tras los abedules

todo toma velocidad.
Quien está tras los abedules?
Cogiendo velocidad mis ojos.
Quien está? El miedo.
Desciende agalopada en un vestido blanco, como una diosa del bosque, como si ella fuese todo el silencio que emiten las pieles. Probar la textura, rozar la epidermis.
Todo toma velocidad tras los abedules.
Quieren decirme huye!, corre!
Quieren decirme mira!
Quieren decime ven!, entra...
Todo es abandonado tras los abedules.
Desciframos los mensajes en sus pieles, tras los abedules.
Y allí se queda, agotada de bajar la colina, sudada de velocidad, tristeza de la prisa, gritando hacia el centro para no doler, y todo se oculta tras los abedules.
Tras los abedules hay un río que apenas baña mis huellas, y se pierden hacia una casa y se enciende una luz y se amasa.
Quién está tras los abedules
cos ollos fixados nos meus, Amalia.
Un silencio en su boca,
el silencio en sus ojos y los gritos en las manos que se abrazan al pecho amordazando claves, versos.


Qué esconderán tras de si los abedules, recios, alineados, sin error, no dejándote ver el interior de sus entrañas? Allá se oculta mi miedo, observándome tras las sabias pieles, viendo pasar ráfagas de soledad. Los bosques de abedules son como las capas de piel ocultando el alma de las personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario