lunes, 6 de enero de 2025

Amor

 Tenía el Bósforo en los ojos. Quise beber en él ritmos con su nombre sumando el cuerpo y el cuello. Quise morder en él como una Eva sin perdón, el cielo. Quise creer en él pero nunca fue, nunca fui, nunca es hoy.      

 Ni ayer. Ni nunca.

domingo, 1 de diciembre de 2024

Tiritas de plata

 Tiritas de plata, pues llega el día 

y parece que el frío avanza los huesos

pero hace ya tiempo que no callas.

Veo, allá lejos,los soldados danzando

por los caminos,

arrastrando, allá lejos, lenguas de sombra,

arropados, espejos, por sábanas de plata,

no les vence el frío porque la noche les imanta.

Veo, se acerca, la última batalla.

Tico-tatico-tatico-tatá, sonrisa en las caras,

bailando a la noche hasta que llegue el alba,

y riegue la piel, fresca mañana, 

los primeros rayos de la madrugada.

Tiritas de plata...

Ya calienta el sol.

Me voy de excursión.

domingo, 19 de mayo de 2024

 De la playa sólo me gusta el mar,

con su cola de puntillas, con su vaivén en los tobillos y su olor de sal, vista, oído y nasal, tacto y gusto. 

Adoro que muerdas mi piel cuando vuelvo del mar, tostada y en su punto de algas y darme cuenta que de la playa sólo me gustas tú. 


domingo, 21 de abril de 2024

 Caminando por las pieles de los bosques, por ráfagas de piel, el viento huele a tu nombre y se me enreda el pelo. Ya se ve, allá lejos, una figura borrosa, difuminada, que avanza hacia mis alas-pies, chasquidos blandos sobre blandos mantos. Se acerca en 1, 2, tres y ya. Ya me sumerjo en tus ojos, ya me inundo en tu boca, ya tu nombre sopla en el cuello. Hago una cama para que duermas, cansada el alma de caminar cansado, de caminar hacia mí y ahueco el pelo hecho regazo. 


sábado, 3 de junio de 2023

 "Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo" Pizarnik

domingo, 31 de julio de 2022

 Ya no me esperan tus ojos al final del viento, no me asomo a tu boca. Ya no me visten tus labios como yo los quiero, suaves de miel, mordidos de mis silencios.

domingo, 13 de febrero de 2022

Epitafio para una muchacha

Porque te fue negado el tiempo de la dicha  tu corazón descansa tan ajeno a las rosas. 
Tu sangre y carne fueron tu vestido más rico y la tierra no supo lo firme de tu paso.

Aquí empieza tu siembra y acaba juntamente 
-tal se entierra a un vencido al final del combate-, 
donde el agua en noviembre calará tu ternura
y el ladrido de un perro tenga voz de presagio.

Quieta tu vida toda al tacto de la muerte,
que a las semillas puede y cercena los brotes, te quedaste en capullo sin abrir, y ya nunca sabrás el estallido floral de la primavera.

 María Victoria Atencia, Cañada de lo s ingleses.