De la playa sólo me gusta el mar,
con su cola de puntillas, con su vaivén en los tobillos y su olor de sal, vista, oído y nasal, tacto y gusto.
Adoro que muerdas mi piel cuando vuelvo del mar, tostada y en su punto de algas y darme cuenta que de la playa sólo me gustas tú.